ANSIEDAD Y PILATES.

Muchos de los problemas psicológicos como pueden ser la ansiedad presentan sintomatología física que el paciente puede relacionar con algún problema físico, pero no es así, se trata de una consecuencia de un periodo de acumulación de tensión.

Para conocer un poco como puede repercutir la ansiedad a nivel físico, debemos conocer que procesos se producen cuando sufrimos ansiedad.  En el momento en el que alguna situación nos genera ansiedad, es por debido a que la hemos identificado como peligrosa, aunque no lo sea, por lo tanto, nuestro cuerpo hace saltar la alarma de fuego, enciende la bocina y las luces de emergencia, tiene que preparase para reaccionar. A nivel biológico, nuestro sistema simpático se activa y manda señales a las glándulas suprarrenales para que segreguen hormonas como la adrenalina y la noradrenalina, estas hormonas nos activan y preparan nuestro cuerpo para enfrentarse a la situación “peligrosa”. Durante todo este proceso nuestro cuerpo acumula muchísima tensión, por lo que podemos tener sensaciones de agotamiento o dolores musculares. Estos dolores suelen aparecer en el cuello, cabeza, en ocasiones, pinchazos en el brazo, opresión en el pecho. Si todos estos síntomas se deben a la ansiedad, habiendo descartado algo físico, tenemos que ponernos manos a la obra en solicitar ayuda. La terapia psicológica en este tipo de dificultades obtiene muy buenos resultados. Sin embargo, a nivel físico, puede también ayudarnos la realización de algunas actividades en concreto. Deportes como Yoga o Pilates. Este tipo de deportes nos pueden echar una mano a la hora de relajarnos.

Hablamos del yoga y del pilates, fundamentalmente, como las técnicas ideales para sentirnos bien, recuperar la energía que perdemos por la ansiedad y sentirnos algo más relajadas.  Nos ayuda a desconectar, como vía de escape al estrés diario, a través de estiramientos se relaja la musculatura por lo que notamos menos sensaciones físicas derivadas de la ansiedad.  Además, las actividades en grupo nos ayudan a conocer gente nueva con la que habitualmente no nos relacionamos.

Trabajar desde un equipo multidisciplinar es esencial para abordar este tipo de dificultades.

 

ANSIEDAD Y PILATES.

Muchos de los problemas psicológicos como pueden ser la ansiedad presentan sintomatología física que el paciente puede relacionar con algún problema físico, pero no es así, se trata de una consecuencia de un periodo de acumulación de tensión.

Para conocer un poco como puede repercutir la ansiedad a nivel físico, debemos conocer que procesos se producen cuando sufrimos ansiedad.  En el momento en el que alguna situación nos genera ansiedad, es por debido a que la hemos identificado como peligrosa, aunque no lo sea, por lo tanto, nuestro cuerpo hace saltar la alarma de fuego, enciende la bocina y las luces de emergencia, tiene que preparase para reaccionar. A nivel biológico, nuestro sistema simpático se activa y manda señales a las glándulas suprarrenales para que segreguen hormonas como la adrenalina y la noradrenalina, estas hormonas nos activan y preparan nuestro cuerpo para enfrentarse a la situación “peligrosa”. Durante todo este proceso nuestro cuerpo acumula muchísima tensión, por lo que podemos tener sensaciones de agotamiento o dolores musculares. Estos dolores suelen aparecer en el cuello, cabeza, en ocasiones, pinchazos en el brazo, opresión en el pecho. Si todos estos síntomas se deben a la ansiedad, habiendo descartado algo físico, tenemos que ponernos manos a la obra en solicitar ayuda. La terapia psicológica en este tipo de dificultades obtiene muy buenos resultados. Sin embargo, a nivel físico, puede también ayudarnos la realización de algunas actividades en concreto. Deportes como Yoga o Pilates. Este tipo de deportes nos pueden echar una mano a la hora de relajarnos.

Hablamos del yoga y del pilates, fundamentalmente, como las técnicas ideales para sentirnos bien, recuperar la energía que perdemos por la ansiedad y sentirnos algo más relajadas.  Nos ayuda a desconectar, como vía de escape al estrés diario, a través de estiramientos se relaja la musculatura por lo que notamos menos sensaciones físicas derivadas de la ansiedad.  Además, las actividades en grupo nos ayudan a conocer gente nueva con la que habitualmente no nos relacionamos.

Trabajar desde un equipo multidisciplinar es esencial para abordar este tipo de dificultades.

 

ANSIEDAD Y PILATES.

Muchos de los problemas psicológicos como pueden ser la ansiedad presentan sintomatología física que el paciente puede relacionar con algún problema físico, pero no es así, se trata de una consecuencia de un periodo de acumulación de tensión.

Para conocer un poco como puede repercutir la ansiedad a nivel físico, debemos conocer que procesos se producen cuando sufrimos ansiedad.  En el momento en el que alguna situación nos genera ansiedad, es por debido a que la hemos identificado como peligrosa, aunque no lo sea, por lo tanto, nuestro cuerpo hace saltar la alarma de fuego, enciende la bocina y las luces de emergencia, tiene que preparase para reaccionar. A nivel biológico, nuestro sistema simpático se activa y manda señales a las glándulas suprarrenales para que segreguen hormonas como la adrenalina y la noradrenalina, estas hormonas nos activan y preparan nuestro cuerpo para enfrentarse a la situación “peligrosa”. Durante todo este proceso nuestro cuerpo acumula muchísima tensión, por lo que podemos tener sensaciones de agotamiento o dolores musculares. Estos dolores suelen aparecer en el cuello, cabeza, en ocasiones, pinchazos en el brazo, opresión en el pecho. Si todos estos síntomas se deben a la ansiedad, habiendo descartado algo físico, tenemos que ponernos manos a la obra en solicitar ayuda. La terapia psicológica en este tipo de dificultades obtiene muy buenos resultados. Sin embargo, a nivel físico, puede también ayudarnos la realización de algunas actividades en concreto. Deportes como Yoga o Pilates. Este tipo de deportes nos pueden echar una mano a la hora de relajarnos.

Hablamos del yoga y del pilates, fundamentalmente, como las técnicas ideales para sentirnos bien, recuperar la energía que perdemos por la ansiedad y sentirnos algo más relajadas.  Nos ayuda a desconectar, como vía de escape al estrés diario, a través de estiramientos se relaja la musculatura por lo que notamos menos sensaciones físicas derivadas de la ansiedad.  Además, las actividades en grupo nos ayudan a conocer gente nueva con la que habitualmente no nos relacionamos.

Trabajar desde un equipo multidisciplinar es esencial para abordar este tipo de dificultades.

 

ANSIEDAD Y PILATES.

Muchos de los problemas psicológicos como pueden ser la ansiedad presentan sintomatología física que el paciente puede relacionar con algún problema físico, pero no es así, se trata de una consecuencia de un periodo de acumulación de tensión.

Para conocer un poco como puede repercutir la ansiedad a nivel físico, debemos conocer que procesos se producen cuando sufrimos ansiedad.  En el momento en el que alguna situación nos genera ansiedad, es por debido a que la hemos identificado como peligrosa, aunque no lo sea, por lo tanto, nuestro cuerpo hace saltar la alarma de fuego, enciende la bocina y las luces de emergencia, tiene que preparase para reaccionar. A nivel biológico, nuestro sistema simpático se activa y manda señales a las glándulas suprarrenales para que segreguen hormonas como la adrenalina y la noradrenalina, estas hormonas nos activan y preparan nuestro cuerpo para enfrentarse a la situación “peligrosa”. Durante todo este proceso nuestro cuerpo acumula muchísima tensión, por lo que podemos tener sensaciones de agotamiento o dolores musculares. Estos dolores suelen aparecer en el cuello, cabeza, en ocasiones, pinchazos en el brazo, opresión en el pecho. Si todos estos síntomas se deben a la ansiedad, habiendo descartado algo físico, tenemos que ponernos manos a la obra en solicitar ayuda. La terapia psicológica en este tipo de dificultades obtiene muy buenos resultados. Sin embargo, a nivel físico, puede también ayudarnos la realización de algunas actividades en concreto. Deportes como Yoga o Pilates. Este tipo de deportes nos pueden echar una mano a la hora de relajarnos.

Hablamos del yoga y del pilates, fundamentalmente, como las técnicas ideales para sentirnos bien, recuperar la energía que perdemos por la ansiedad y sentirnos algo más relajadas.  Nos ayuda a desconectar, como vía de escape al estrés diario, a través de estiramientos se relaja la musculatura por lo que notamos menos sensaciones físicas derivadas de la ansiedad.  Además, las actividades en grupo nos ayudan a conocer gente nueva con la que habitualmente no nos relacionamos.

Trabajar desde un equipo multidisciplinar es esencial para abordar este tipo de dificultades.

 

ANSIEDAD Y PILATES.

Muchos de los problemas psicológicos como pueden ser la ansiedad presentan sintomatología física que el paciente puede relacionar con algún problema físico, pero no es así, se trata de una consecuencia de un periodo de acumulación de tensión.

Para conocer un poco como puede repercutir la ansiedad a nivel físico, debemos conocer que procesos se producen cuando sufrimos ansiedad.  En el momento en el que alguna situación nos genera ansiedad, es por debido a que la hemos identificado como peligrosa, aunque no lo sea, por lo tanto, nuestro cuerpo hace saltar la alarma de fuego, enciende la bocina y las luces de emergencia, tiene que preparase para reaccionar. A nivel biológico, nuestro sistema simpático se activa y manda señales a las glándulas suprarrenales para que segreguen hormonas como la adrenalina y la noradrenalina, estas hormonas nos activan y preparan nuestro cuerpo para enfrentarse a la situación “peligrosa”. Durante todo este proceso nuestro cuerpo acumula muchísima tensión, por lo que podemos tener sensaciones de agotamiento o dolores musculares. Estos dolores suelen aparecer en el cuello, cabeza, en ocasiones, pinchazos en el brazo, opresión en el pecho. Si todos estos síntomas se deben a la ansiedad, habiendo descartado algo físico, tenemos que ponernos manos a la obra en solicitar ayuda. La terapia psicológica en este tipo de dificultades obtiene muy buenos resultados. Sin embargo, a nivel físico, puede también ayudarnos la realización de algunas actividades en concreto. Deportes como Yoga o Pilates. Este tipo de deportes nos pueden echar una mano a la hora de relajarnos.

Hablamos del yoga y del pilates, fundamentalmente, como las técnicas ideales para sentirnos bien, recuperar la energía que perdemos por la ansiedad y sentirnos algo más relajadas.  Nos ayuda a desconectar, como vía de escape al estrés diario, a través de estiramientos se relaja la musculatura por lo que notamos menos sensaciones físicas derivadas de la ansiedad.  Además, las actividades en grupo nos ayudan a conocer gente nueva con la que habitualmente no nos relacionamos.

Trabajar desde un equipo multidisciplinar es esencial para abordar este tipo de dificultades.

 

ANSIEDAD Y PILATES.

Muchos de los problemas psicológicos como pueden ser la ansiedad presentan sintomatología física que el paciente puede relacionar con algún problema físico, pero no es así, se trata de una consecuencia de un periodo de acumulación de tensión.

Para conocer un poco como puede repercutir la ansiedad a nivel físico, debemos conocer que procesos se producen cuando sufrimos ansiedad.  En el momento en el que alguna situación nos genera ansiedad, es por debido a que la hemos identificado como peligrosa, aunque no lo sea, por lo tanto, nuestro cuerpo hace saltar la alarma de fuego, enciende la bocina y las luces de emergencia, tiene que preparase para reaccionar. A nivel biológico, nuestro sistema simpático se activa y manda señales a las glándulas suprarrenales para que segreguen hormonas como la adrenalina y la noradrenalina, estas hormonas nos activan y preparan nuestro cuerpo para enfrentarse a la situación “peligrosa”. Durante todo este proceso nuestro cuerpo acumula muchísima tensión, por lo que podemos tener sensaciones de agotamiento o dolores musculares. Estos dolores suelen aparecer en el cuello, cabeza, en ocasiones, pinchazos en el brazo, opresión en el pecho. Si todos estos síntomas se deben a la ansiedad, habiendo descartado algo físico, tenemos que ponernos manos a la obra en solicitar ayuda. La terapia psicológica en este tipo de dificultades obtiene muy buenos resultados. Sin embargo, a nivel físico, puede también ayudarnos la realización de algunas actividades en concreto. Deportes como Yoga o Pilates. Este tipo de deportes nos pueden echar una mano a la hora de relajarnos.

Hablamos del yoga y del pilates, fundamentalmente, como las técnicas ideales para sentirnos bien, recuperar la energía que perdemos por la ansiedad y sentirnos algo más relajadas.  Nos ayuda a desconectar, como vía de escape al estrés diario, a través de estiramientos se relaja la musculatura por lo que notamos menos sensaciones físicas derivadas de la ansiedad.  Además, las actividades en grupo nos ayudan a conocer gente nueva con la que habitualmente no nos relacionamos.

Trabajar desde un equipo multidisciplinar es esencial para abordar este tipo de dificultades.